- Revisar el desgaste de las llantas: El chequeo de alineación y balanceo aumenta la vida útil de las llantas y mejora la maniobrabilidad del vehículo, especialmente en piso mojado. Además, verificar que la presión de las llantas sea la recomendada por el fabricante del vehículo, dato que se encuentra en la puerta del conductor, en la tapa de la gasolina o en el manual del usuario del vehículo.
- Aumentar la distancia de seguridad con el resto de los vehículos: La distancia a respetar en condiciones normales (sin lluvia) es de 10 metros de espacio con respecto al vehículo que va adelante. Cuando llueve, lo aconsejable es aumentar esa distancia al doble, es decir, 20 metros.
- Reducción de la velocidad: La lluvia empeora notablemente la visibilidad y las condiciones de la vía, por lo que se hace imprescindible que el conductor disminuya su velocidad.
- Contar con el kit de herramientas: Prepare el viaje antes de salir de casa y asegúrese de llevar las herramientas necesarias: la llanta de repuesto en perfecto estado, gato hidráulico, las llaves respectivas, triángulos de seguridad, chaleco reflectante, lámpara e impermeable.
- El vehículo debe encontrarse en las mejores condiciones posibles, ya que los frenos deben funcionar bien, las luces son indispensables y las llantas no deben estar desgastadas, para esto, lo mejor es periódicamente llevar el carro a su centro de servicio de confianza para asegurar que ningún elemento pueda ser causante de un accidente.
Fuente: Carlos Mondragón, de Bridgestone